No hay mayor verdad en este mundo que venimos sin nada y también nos vamos sin nada.
Este relato nos recuerda lo esencial en la Vida y aunque no todos aboquemos por la simplicidad radical, siempre es positivo cultivar un sano DESAPEGO.
Existe una vieja historia sobre un famoso Maestro que vivía en Europa que fue visitado un día por un hombre que había viajado en barco desde Nueva York, para verlo.El hombre llegó a la morada del Maestro, una gran casa en un calle de una ciudad europea y fue llevado a la habitación del Maestro que estaba situado en el ático.Cuando entró, vio que el maestro vivía en una habitación equipada con una cama, una silla y unos pocos libros.El hombre se esperaba mucho más.Tras saludarle, le preguntó: “Maestro, ¿dónde están sus cosas?”.-El Maestro preguntó: “¿Y las suyas?”.-El visitante replicó: ” Pero, Maestro, yo estoy de paso”.-Y el maestro respondió: “Yo también”.
Amar plenamente y vivir bien exige que reconozcamos, finalmente, que no poseemos o que no somos dueños de nada: de nuestras casas, de nuestros coches, de nuestros seres queridos, ni siquiera de nuestros cuerpos.
El gozo espiritual y la sabiduría
no son fruto de las posesiones,
sino de nuestra capacidad de abrirnos,
de amar más plenamente,
de movernos y ser libres en la vida.
2 comentarios:
El amor es lo único que nos hace libres.
13 de septiembre de 2011, 14:07El amor es lo único que queda siempre y para siempre.
Besos
hermoso relato que nos vuelva a la realidad, no somos dueño de nada y estamos en esta vida solo para aprender, mis bendiciones y gracias por compartir,
18 de enero de 2013, 9:06Publicar un comentario