Cultivar la sabiduría del silencio interno es uno de los mejores métodos
para conservar nuestra energía, reequilibrar nuestro ser profundo, y
preservar nuestra salud física, emocional y espiritual.
La habladuría constante a través de nuestra mente y de nuestra boca, agotan el Chi, y nos debilitan considerablemente.
El mental rechaza el silencio porque el silencio no tiene límites, no
tiene forma, y no se puede definir. El mental ama los sonidos y los
ruidos porque se parecen a los pensamientos. Se les puede dar una forma,
una definición, analizarlos y conceptuarlos. El mental evita el
silencio porque para el ego el silencio es el sonido de la muerte.
Sin embargo, el silencio es el estado natural de todas las cosas, y es
necesario aprender a respetar esto comenzando por el interior de
nosotros mismos. Para poder penetrar en el Camino del Tao, debemos
encarnar el silencio interno. Los sabios taoístas nos han legado una
serie de consejos útiles y prácticos que descubrieron hace mucho tiempo
gracias al cultivo del silencio interno.
Habla simplemente cuando sea necesario, piensa lo que vas a decir antes
de abrir la boca, sé breve y preciso, ya que, cada vez que dejas salir
una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu
chi. Así aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.
Nunca hagas promesas que no puedes cumplir. No te lamentes y no utilices
en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas, porque
esto producirá a tu alrededor todo lo que has fabricado con tus palabras
cargadas de chi. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir,
es mejor quedarse callado y no decir nada.
Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la energía. El Universo
mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la Naturaleza nos ha dado,
porque el Universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos,
nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía el
reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las distintas
circunstancias que se presentan en nuestra vida. Si te identificas con
el éxito, tendrás éxito; si te identificas con el fracaso, tendrás
fracasos. Así, podemos observar que las circunstancias que vivimos son
simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría
interna.
Aprende a ser como el Universo escuchando y reflejando la energía sin
emociones densas y sin prejuicios. Siendo como un espejo, sin
prejuicios, aprendemos a hablar de otra manera.
Con el mental tranquilo y en silencio, sin darle la oportunidad de
imponerse con sus opiniones personales, evitamos que tenga reacciones,
emociones excesivas. Simplemente permite que una comunicación sincera y
fluida exista.
No te des mucha importancia, sé humilde, porque cuanto más superior te
muestres, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu
propia imagen, viviendo en un mundo de tensión y de ilusiones.
Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberarás de la
opinión de los otros, y llevarás una vida tranquila, volviéndote
invisible, misterioso, indefinible e insondable.
No compitas con los demás, vuélvete como la Tierra que nos nutre, que
nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades,
sus virtudes, y a brillar.
El espíritu competitivo hace que crezca el ego, y crea conflictos
inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna
evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.
No te comprometas fácilmente, si actúas de manera precipitada, sin tomar
consciencia profundamente de la situación, te vas a crear
complicaciones.
La gente no tiene confianza en aquellos que dicen «sí» muy fácilmente,
porque saben que ese famoso «sí», no es sólido y le falta valor.
Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se
presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en
ti mismo y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes, o que no
tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo, el hecho
de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber todo,
siempre tener razón, y siempre dar su opinión muy personal.
En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace de cuenta que sabe.
Evita el hecho de juzgar y de criticar. Uno se hace un favor si silencia la razón. Hay resistencias
tremendas a ideas, juicios... El hombre es un tanto por ciento de razón y
de otras cosas.
La maravilla la hace el hombre cuando no piensa. Es tremendo someter todo a los criterios de la razón. Eso es un atropello.
El hombre tiene otra parcela que es la imaginación. Es una parcela
importante. La imaginación trabaja mucho. Te ilusionas. A veces haces
horas extraordinarias. No deja de trabajar. Hay que dar descanso.
Devolver al silencio la imaginación. Para que luego pueda ser más
creativa. El mundo de nuestra emoción es otra pieza que hay que hacer
descansar. En un breve espacio de tiempo se está desalentado, animado,
furioso, contento... Las emociones ahogan. Hay que devolver la calma. No
excitarlas, darles calma. No nos pueden estrechar ni cansar. Devolver
el silencio a la emoción. Es un acto lleno de salud. Otra pieza que
existe en nosotros es la voluntad de desearlo todo. De poseerlo.
Hay que sospechar que los recursos que necesitamos para vivir están dentro.
El silencio es bueno para alejar los deseos de uno mismo. Si yo vivo deseando algo, me apoyo en otra cosa. Surge la agitación.
Nos aíslan de nosotros mismos. Silencio en nuestros deseos. Para no
alejarnos de nuestro corazón. Cuando todas las piezas entran en sosiego
puede brotar la intuición. Es una luz rápida. Se enciende en nosotros y
nos ayuda a caminar. Cuando algo se ve desde dentro, no se necesita
ayuda ni respuesta. Nadie puede cambiarnos si la luz se hace dentro.
Nadie puede decirnos nada. Esta luz sólo se pone en marcha cuando todo
se serena. No somos lo que nos empeñamos ser. Un silencio para
permitirse ser. Permitirse vivir. La intuición es hija del silencio. La
presencia del Reino en nosotros se intuye desde el silencio.
El silencio es el espacio para esta intuición, esta revelación. No es
callar por callar. Es callar para permitir que la vida se dilate, se
expanda. Son los ruidos los que tapan esa fuerza interior. Los que nos
dividen en mil piezas sin sentido. Acallarlos es encontrar de nuevo la
confianza y la salud. ¡Buena Suerte! En el Silencio...
El Silencio Interior
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3 comentarios:
Que hermso post!!!! me encanta este blog!!!!
21 de junio de 2012, 6:57gracias y bendiciones por expresar tanta pero tanto AMOR
Un beso gigante
Norma de Argentina
Este tema llega a mí vida en el
22 de junio de 2012, 21:23momento adecuado.
Todo nos llega en nuestro momento....
1 de julio de 2012, 9:45creo en eso....
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