Es la naturaleza de la energía el llegar a ser, ése es su único propósito. Y nosotros somos quienes tenemos el poder de comandarla. De hecho, sólo nos responde a nosotros. Imagínense estar rodeados por una multitud de seres, todos enfocados en ustedes, esperando que les digan qué hacer. Eso es exactamente lo que somos como humanos que viven en un mundo energético. Estamos rodeados de energía cuyo único propósito es hacer lo que nosotros le pedimos. Y pedimos mediante la intención.
Cada pensamiento es una intención, un mandato que sale y se manifiesta tal cual es. ¿Cambia esto la manera en que ven sus pensamientos? Debería, porque cada uno es igualmente poderoso y a cada uno se le responde de la misma manera. No hay pensamientos buenos ni malos, sólo hay pensamientos. No hay manifestaciones buenas ni malas, ya que cada una depende de nuestro nivel vibratorio, frecuencias energéticas que llevamos y cuán conectados estamos y cuán conscientes somos de nuestro poder. Cuanto más poder pongamos en nuestros pensamientos, mayor será la respuesta energética.
Aunque nos enfocamos en utilizar la intención como una herramienta en la manifestación, no nos damos cuenta de que todos nuestros pensamientos son parte de la intención y todos ellos manifiestan. Por lo tanto, los pensamientos de impotencia, limitantes, auto-derrotistas, reciben tanta atención y crean tanto como los pensamientos poderosos, ilimitados y edificantes. Cuando tenemos una mezcla de pensamientos, tienden a anularse mutuamente y nuestra creación queda bloqueada. ¿Cuál es su intención para su vida, éxito, relaciones o amor? ¿Qué piensan sobre ellos? Cada pensamiento es una intención, así que para crear los resultados más altos y mejores para ustedes, recuerden que cada uno recibe la misma respuesta y va a crear de la misma manera. Elijan los que realmente quieren y eso es lo que conseguirán.
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